El diagnóstico permite el diseño de un proyecto técnico y social que aborde efectivamente las necesidades y considere las expectativas de la cooperativa en el marco del proceso de obtención de su vivienda.
Implica caracterizar a las familias postulantes que integran la cooperativa en aspectos clave como el nivel educacional, rango etario u ocupación, como también identificar necesidades e inquietudes respecto de su futura vivienda y vida comunitaria, así como la identificación de grupos de riesgo (necesidades especiales dentro de la comunidad, adultos mayores o niños en edad escolar que requieran cuidados, etc.).
El fin de realizar una caracterización de las necesidades comunes, es lograr visualizar las posibles dinámicas al interior del grupo para luego definir la posible distribución de las viviendas, la habilitación de espacios comunes como guarderías, salas de estudio tanto para niños como para adultos (en caso de que la cooperativa implemente programas de alfabetización o bien de término de escolaridad de sus miembros), salas de primeros auxilios, comedores comunitarios; o cualquier área que sea destinada a mejorar la condición inicial del grupo. Esto implicaría que la cooperativa como sistema de organización, asumiría un rol activo dentro de la comunidad, promoviendo constantemente actividades para la mejoría de la calidad de vida y no solo se centraría en la obtención de vivienda, trascendiendo más allá de este proceso, y conformándose como un ente de participación y formación constante de sus propios miembros.
Actividades:
- Organizar el calendario del proceso de caracterización de las familias, el cual deberá ser informado por los encargados para que todos los miembros de la organización participen de este proceso.
- Realizar el diagnóstico de la comunidad, el que será informado por los encargados de este proceso, con el fin de asegurar la participación en el diseño de un proyecto que cumpla con los requerimientos y satisfaga las necesidades de los futuros habitantes.
- Realizar un autodiagnóstico por los encargados del área social o de gestión, mediante la aplicación de una encuesta donde se obtenga una descripción más ampliada de los miembros y de las necesidades comunes existentes, además permite visualizar las posibles dinámicas al interior del grupo y que pudieran influir en la vida futura. En base al autodiagnóstico se podría definir la distribución de las viviendas, la habilitación de espacios comunes como: guarderías, salas de estudio y trabajo, salas de primeros auxilios, comedores comunitarios, etc., la necesidad de implementar medidas de accesibilidad o inclusión para personas con discapacidad física, visual o auditiva, y la cantidad de espacios destinados a la recreación y el deporte.
Para lograr esto, se creó la siguiente encuesta:

