¿Qué es el co-diseño?
“Es el proceso de diseño que involucra a los usuarios de un producto, servicio u organización como protagonistas del mismo, para que sean ellos quienes mediante una instancia de búsqueda guiada, generen sus propias soluciones.
Este proceso de búsqueda conjunta entre profesionales y usuarios, hace que las soluciones resultantes generen un grado mayor de apropiación afectiva, por parte de los usuarios que han sido parte de ellas.
Por ello el co-diseño sólo es posible si se valora el quehacer de las comunidades y se genera una mirada compartida basada en el entendimiento de todos los actores claves, que dan como resultado un objeto de diseño basado en el aprendizaje colectivo.” (PUCV, 2014)
A continuación, se detallarán algunas nociones importantes respecto a este proceso en particular.
La importancia del co-diseño
Teniendo en cuenta una perspectiva más amplia, en la teoría, el co-diseño se enmarca en lo que se denomina Producción Social del Hábitat (PSH).
Como principal referencia se considerará el estudio de Gustavo Romero, un arquitecto de origen mexicano que ha dedicado su carrera a estudiar variados procesos de vivienda popular. Según este autor, se entiende como PSH, un conjunto de programas, proyectos y actividades relativas a los procesos de planeación, construcción y distribución de la vivienda y el hábitat popular, llevados a cabo de manera organizada, planificada y continua, bajo esquemas de operación estructurados, donde los pobladores son protagonistas.
Por ende, esto implica el involucramiento activo de los futuros habitantes durante todo el proceso, que consta de estas etapas:
- Promoción, planeación y gestión: Comprende aspectos como la adquisición de la tierra, la planeación, el diseño, el trámite de permisos y licencias, así como la gestión del financiamiento.
- Construcción: Es la etapa de realización física del proyecto, tanto específicamente de la vivienda como de la urbanización.
- Distribución: Es el momento en que se vende, adjudica o asigna la vivienda producida por terceros, o bien, se ocupa la vivienda autoproducida.
- Uso: Abarca el período de la vida útil de la vivienda, considerando aspectos como la consolidación y el mejoramiento, el pago de créditos, el mantenimiento y la administración de la vivienda y/o los barrios y conjuntos habitacionales. (Romero, 2004)
En consecuencia de lo anterior, la importancia del diseño participativo radica en que resulta indispensable implementarlo en las primeras etapas del proceso de producción de la vivienda de tal manera de integrar a los pobladores, pues es el diseño el punto que determinará el carácter del producto, en este caso, que es la vivienda. Implementando metodologías de diseño participativo o co-diseño entonces será posible que los usuarios finales planteen sus inquietudes y necesidades para que sean consideradas en el proyecto. De esta manera la vivienda final podrá responder a los requerimientos de las familias que las habitarán. Es importante recalcar que la capacidad de decisión estará entre lo mínimo que exige la normativa (G5.3.1) y el máximo definido por los recursos disponibles para desarrollar el proyecto.
El DS-49 dice vagamente que “la vivienda debe permitir el desarrollo de soluciones pertinentes a las condiciones culturales y de uso de las familias beneficiadas” (Artículo 43, DS-49) , mas no exige que se realice realmente un proceso de co-diseño para la producción de esta. Por ende, es deber de los pobladores “tomar las riendas” y llevarlo a cabo.
En Chile, la experiencia reciente en diseño participativo se reduce a algunos casos emblemáticos de lucha por la vivienda digna, el ejemplo más reciente y notorio es el de Barrio Maestranza, llevado a cabo por UKAMAU. A rasgos generales consistió en la continuación de un proyecto existente realizado por el arquitecto Fernando Castillo, a través de un proceso de diseño participativo que duró tres años. Durante todo ese tiempo se trabajó en modificar el proyecto original, cambiando la distribución interior de los departamentos y diseñando pasillos comunitarios además de los espacios comunes. El resultado produjo viviendas de 62 metros cuadrados para un total de 424 familias.
Sin embargo, en el resto de Latinoamérica hay una experiencia reciente más vasta respecto a la PSH. Existe un compendio de los casos más relevantes en el sitio https://produccionsocialhabitat.wordpress.com/galeria-de-casos/
Metodología
Hay que considerar que diseñar un proyecto habitacional en conjunto es un proceso de varios meses, incluso años. Su duración es en función de la cantidad y la frecuencia de las sesiones que definirá la mesa de trabajo, que a su vez dependerá del nivel de participación. Se pueden diferenciar:
“1. Participación como información u ofertación: proceso limitadamente participativo en el que se pretende que la gente conozca las decisiones tomadas previamente por alguien más.
2. Participación como consulta: proceso participativo inicial. Se distinguen dos tipos: por consulta facultativa y por consulta obligatoria. La primera se lleva a cabo solo cuando aquellos que detentan el poder lo creen necesario y no se garantiza que los resultados de la consulta sean tomados en cuenta en las decisiones finales. La segunda se da en circunstancias en las que existen disposiciones que obligan a la gente en el poder a llevar a cabo una consulta, pero puede o no estar garantizado que las opiniones se tomen en cuenta.
3. Participación por delegación: proceso de participación limitada que sucede cuando se delega a una persona o un grupo de personas la capacidad de tomar decisiones.
4. Participación por co-gestión: proceso de participación real y efectiva, donde se establecen mecanismos de decisión conjunta y de colegialidad.
5. Participación por Autogestión: proceso de participación real y efectiva que se manifiesta en la adopción del grupo participante sobre sus propias decisiones.” (Romero, 2004)
Diseño tradicional ————————————————————————————>Autogestión
Así, se establece un campo de acción que varía desde la mínima participación (Diseño tradicional) hasta el ideal de participación (Autogestión). Para llevar a cabo el proceso lo más participativo posible es necesario, por un lado, un empoderamiento de las organizaciones, como también un manejo de metodologías participativas para integrar a los pobladores en el trabajo técnico por parte de los especialistas, por otro.
Pero ¿Cómo hacer un proceso de co-diseño?
Como no está regulado por ley, no existe un manual predeterminado para implementar. Lo que sí, hay varios manuales independientes que resumen mucha experiencia y que tienen por objetivo guiar e informar a los pobladores y técnicos sobre procesos de participación efectiva. A continuación, se sugieren algunos:
1.- La Participación en el diseño urbano y arquitectónico en la Producción Social de Hábitat. (Romero, 2004)
Es la principal referencia consultada para desarrollar este apartado de diseño y participación. En este manual, elaborado por autores de México, Cuba y Argentina, se presenta bastante información sobre la Producción Social del Hábitat como una perspectiva histórica, conceptos clave, metodología y la presentación de casos relevantes.
2.- Diseño participativo con mirada de mujer. (Enet, 2011)
3.- Manual de co-diseño para la planificación urbana comunitaria.
4.- Diseño para diseñar: el diseñador como facilitador para la creación colectiva de mejoras de equipamiento barrial. (Hormazábal, 2014)
Otros manuales de diseño complementarios
A continuación, se sugieren distintos manuales de diseño, con la finalidad de profundizar en los diferentes aspectos constructivos, de habitabilidad, sustentabilidad y accesibilidad del proyecto de vivienda.
- Manual ISPA
- Accesibilidad garantizada en el Espacio Público para personas con discapacidad
- Manual de Bienestar Habitacional INVI
- Manual de espacios urbanos seguros