Luis Fuentes, director del Instituto de Estudios Urbanos de la U. Católica, explicó que hoy la normativa no define claramente qué es un barrio deteriorado; es decir, si se trata de problemas de materialidad de la vivienda o bien de hacinamiento (cuando una o más familias viven bajo el mismo techo). Según Fuentes, 700 mil personas habitan en sectores altamente deteriorados en sus viviendas y en espacios públicos en Santiago, lugares que requieren ser intervenidos para mejorar la calidad de vida de la población. “Residen en espacios públicos inseguros, poco iluminados, no hay plazas y con poco transporte público”, planteó.

La Tercera: Consejo Nacional de Desarrollo Urbano propone ley para regeneración de barrios críticos