Del número 62 de Planeo, “Ciudad artificial Vol. 1: diseñando escenarios de futuro a través de los datos y la IA”, destacamos la entrevista con el profesor asociado de la Escuela de Ingeniería UC, con una posición compartida entre el Instituto de Ingeniería Matemática y Computacional y el Departamento de Ingeniería Industrial y de Sistemas. Actualmente dirige la Iniciativa de Ciencia de Datos UC y es miembro del Consejo Asesor del Columbia Global Centers Santiago, además de integrar el directorio del Instituto Chileno de Investigación Operativa.

“El desafío es evitar que solo las ciudades más ricas puedan beneficiarse del uso de datos. Necesitamos mecanismos de colaboración y repositorios compartidos que permitan que también las comunas más pequeñas o vulnerables puedan aprovechar estas herramientas”. Es una de las frases que se leen en este diálogo entre el profesor asociado de la Escuela de Ingeniería UC Rodrigo Carrasco y el arquitecto Javier Miramontes Figueroa.


“La ciencia de datos, combinada con la investigación de operaciones y la optimización matemática, permite justamente eso: aprovechar la información disponible para calibrar modelos y tomar decisiones considerando esa incertidumbre. Esa combinación es clave, porque traduce datos en herramientas concretas para decidir, ya sea en el diseño urbano, en la gestión operativa o, simplemente, en la elección de la mejor ruta en una aplicación como Waze”.


En el contexto del número 62 de Planeo, “Ciudad artificial Vol. 1: diseñando escenarios de futuro a través de los datos y la IA“, la conversación aborda cómo la ciencia de datos puede transformar la forma en que comprendemos y gestionamos las ciudades, explorando desde conceptos fundamentales hasta aplicaciones concretas en planificación urbana. Un eje transversal de la entrevista es la preocupación por la equidad en el acceso a estas herramientas tecnológicas: cómo evitar que solo las ciudades más ricas puedan beneficiarse del uso de datos, y qué mecanismos de colaboración son necesarios para democratizar estas capacidades hacia comunas más pequeñas o vulnerables.

“La ciencia de datos funciona como una brújula: nos orienta dentro de este gran campo de información que existe, ayudándonos a identificar patrones que muchas veces están ocultos”, dice Carrasco. Agrega además que “así como la matemática es un lenguaje para la ciencia, la ciencia de datos se ha convertido en un lenguaje para la toma de decisiones”.

Rodrigo Carrasco: “El desafío es evitar que solo las ciudades más ricas puedan beneficiarse del uso de datos”