Hace algunas semanas fue viralizado un video donde podía verse a un adulto mayor tapándose los oídos, producto de la música de una banda de tropical, en un vagón del Metro de Santiago. Estas imágenes generaron controversia entre las y los cibernautas, quienes se mostraban a favor o en contra de la presencia de músicos en el transporte público. Mas allá de las distintas opiniones, la convivencia en los espacios públicos, y el uso de éstos es una debate de larga data. Para analizar esta situación, el diario Las Últimas Noticias contactó a un grupo de diversos especialistas, en el cual se encuentra la académica del Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales; Caroline Stamm.

Caroline Stamm, subdirectora de postgrado del IEUT, plantea que esta problemática puede tener solución llegando a acuerdos, y observando lo ocurrido en otros países «la música en el metro es un fenómeno mundial, ocurre en todos lados» comienza diciendo, añadiendo que: «Noventa decibeles de un sonido de cascada es algo que a nadie le molesta, pero 90 decibeles de una moto, les molesta a casi todos. Es decir, el tipo de sonido es determinante»

La regulación de los decibeles es algo que ya existe en otras esferas del país, por ejemplo, de acuerdo a lo consignado en la nota de Las Últimas Noticias, está indicado en nuestra legislación que el nivel máximo de ruido al que puede estar expuesto un trabajador o trabajadora es de 85 decibeles, por un lapso de 8 horas, y en la medida que los decibeles aumentan, el tiempo de exposición debe disminuir.

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LUN | Académica Caroline Stamm comenta sobre músicos en el metro