Un estudio realizado por Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (CEDEUS) en conjunto con el Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales UC sobre la percepción de seguridad entre hombres y mujeres en el espacio público analizó las diferencias en la experiencia de mujeres y hombres en la Ciudad. Comentan los investigadores CEDEUS Luis Fuentes, director del Instituto de Estudios Urbanos y Andrés Señoret, investigador CEDEUS y ex alumno del Magíster en Desarrollo Urbano UC.
Entre los resultados, se encontró que las mujeres se sienten más inseguras que los hombres en el espacio público de Santiago, ya que mientras un 27% de ellas declara sentirse insegura o muy insegura en el espacio público, esto sucede solo para un 11% de los hombres.
Al analizar la inseguridad en el espacio público del barrio según género para cada nivel socio económico, se observó que las mujeres de segmento bajo (DE) son las que se sienten más inseguras (34%), mientras que las mujeres del segmento C3 son las que se sienten menos inseguras (18%). En tanto, al observar las diferencias entre hombres y mujeres según la zona de la ciudad donde viven, el estudio arrojó que las mujeres de barrios mixtos pericentrales son las que sienten mayor inseguridad en el espacio público (35%), mientras que quienes viven en zonas densificadas son las menos inseguras (20%).
Andrés Señoret, investigador Cedeus y uno de los autores del estudio, señala que “el miedo de las mujeres en el espacio público es muy transversal, más allá del nivel socioeconómico y del sector de la ciudad donde viven. En comparación con los hombres, en quienes aumenta su inseguridad mientras disminuye su nivel socioeconómico, entre las mujeres es súper similar, incluso entre grupos como el ABC1 y el DE es donde se muestra mayor inseguridad”.
Luis Fuentes, director del Instituto, investigador principal del Cedeus y otro de los autores del análisis, detalla que “existe un ámbito de inseguridad que es mucho más amplio que en el caso de los hombres, eso justifica que las mujeres no puedan sentirse seguras, por ejemplo, por eventos lamentables que se han dado en el metro o en barrios universitarios”.
Añade que aquello “muestra una perspectiva en la cual las mujeres se sienten mucho más inseguras ante la probabilidad de no solo un delito, como sería el caso de los hombres, sino que también a una agresión sexual”.