Desde el 10 al 21 de noviembre, en Belém, plena Amazonía brasileña, se realizará la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2025, descrita como la “COP de la implementación”. Sobre ese foco, el suplemento “Sostenibilidad y Energía”, de El Mercurio, consultó a la ministra del Medioambiente Maisa Rojas y a la subdirectora de Investigación y Desarrollo del IEUT UC, Carolina Rojas.

La promesa de la próxima COP30, que se realizará en Brasil, en medio de la Amazonía, es que todas las promesas puestas sobre la mesa en negociaciones anteriores se traduzcan en acciones climáticas concretas. ¿Será posible? Habrá que esperar que el encuentro más relevante de su tipo cierre sus puertas el 21 de noviembre y dé a conocer sus resultados.

Mientras, las expectativas están puestas en avanzar en justicia climática, financiamiento y transición energética, y resolver la tensión entre transición energética verde y expansión de los combustibles fósiles. Esto, a 20 años del Protocolo de Kioto y a 10 del Acuerdo de París.

Consultada al respecto, la subdirectora de Investigación y Desarrollo del IEUT UC e investigadora principal del CEDEUS, Carolina Rojas, dijo que “el caso de Brasil frente a la COP30 nos deja una advertencia muy clara: no basta con tener un buen relato de economía verde si, en paralelo, se sigue expandiendo la dependencia de combustibles fósiles”. Agregó que “la bioeconomía amazónica puede ser un sello potente, pero pierde fuerza cuando convive con la exploración petrolera”.

Carolina Rojas sobre COP30, justicia climática y financiamiento en El Mercurio