En el marco del Día de los Patrimonios, la académica del Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales UC y directora del Núcleo Milenio Patrimonios (NuPats), Macarena Ibarra, reflexionó

en La Tercera sobre el rol protagónico de las mujeres en la protección y resignificación del patrimonio cultural en Chile.

Su columna se inspira en el Primer Encuentro de Mujeres Guardianas de los Patrimonios, organizado por NuPats el pasado 14 de marzo en el Museo de la Educación Gabriela Mistral. Esta instancia reunió a seis mujeres líderes provenientes de diversos territorios del país, quienes compartieron sus experiencias, saberes y desafíos en torno a la defensa del patrimonio material e inmaterial de sus comunidades. A través de este encuentro, se visibilizó no solo el aporte concreto de estas guardianas, sino también la urgencia de incorporar de manera activa una perspectiva de género en las políticas y prácticas patrimoniales del país.

La columna de opinión fue publicada en LaTercera.com el sábado 24 de marzo en el marco del día de los patrimonios:

Mujeres guardianas y la diversidad de los patrimonios

El I Encuentro de Mujeres Guardianas de los Patrimonios reunió en Santiago a seis destacadas mujeres desde el Altiplano a la Patagonia. Convocadas por el Núcleo Milenio Nupats, compartieron experiencias en la defensa, activación y resignificación del patrimonio cultural en sus comunidades. Sus voces reafirmaron que en Chile existen múltiples patrimonios y diversas formas de protegerlos y que incluye saberes, oficios y rituales, a menudo invisibilizados por los discursos oficiales. Lo patrimonial, afirmaron, es una forma viva de conexión con los territorios y las comunidades que los sostienen.

También compartieron distintas maneras de concebir el tiempo. En los pueblos originarios, el patrimonio se transmite desde la vida cotidiana como memoria activa que guía el presente. En su cosmovisión, el pasado está por delante: es la sabiduría ancestral la que orienta, y el deber de las generaciones actuales es preparar a las venideras para recibirla con respeto. Desde territorios aislados surgió el compromiso de construir redes y compartir conocimientos; en otros, se destacó el valor de la memoria obrera, a menudo excluida de las categorías oficiales.

En sus voces, el trabajo comunitario aparece como herramienta transformadora: recuperar historia oral, resignificar prácticas y activar espacios simbólicos, fortalece la identidad local. No es casual que este impulso provenga de liderazgos femeninos, protagonistas de la conservación de la memoria desde vínculos afectivos y esenciales. Así, la gestión patrimonial se configura como un proceso colectivo, donde la memoria proyecta futuros posibles.

El Encuentro fue también un ejercicio político: fortalecer voces, tejer redes y proyectar saberes más allá del propio territorio. Desde el desierto al extremo austral, estas mujeres articularon una visión profunda que desafía las estructuras tradicionales de gestión patrimonial. Nos invitan a entender el patrimonio no como objeto, sino como práctica cargada de sentido y de futuro. Sus testimonios confirman que la perspectiva de género en el patrimonio es útil, concreta y situada.

La Tercera | Columna de Opinión “Mujeres Guardianas recuerdan que en Chile los patrimonios son diversos”