Hace unas semanas se anunció el inicio de las obras del tren a Melipilla, que beneficiará a toda el área sur poniente del núcleo metropolitano de Santiago, transportando aproximadamente a 50 millones de pasajeros/año con una inversión de más de 1.500 millones de dólares. La conectividad que proveerá esta tremenda obra de infraestructura impactará fuertemente las tendencias de crecimiento urbano de nuestra capital.

Carta al director firmada por el profesor Luis Fuentes, junto al director de CEDEUS, Juan Carlos Muñoz.

Foto: La Tercera.

A pesar de que es una muy buena noticia, nuevamente el Estado pierde una oportunidad al no vincular la inversión pública con la planificación y gestión urbana, para conducir las tendencias de crecimiento de la ciudad.

Lo ideal en un modelo de planificación territorial integrada, es que este tipo de inversiones se coordine con la revisión de los Instrumentos de Planificación Territorial de cada municipio, para adecuar las nuevas demandas de suelo y desincentivar la expansión urbana como las parcelas de agrado, que tiene fuertes costos sociales y ambientales. Esta inversión y revisión de los instrumentos de planificación también debería articularse con la gestión de suelos públicos disponibles para proyectos de vivienda social, mediante los diversos tipos de subsidio que ofrece el Ministerio de Vivienda y Urbanismo.

Lamentablemente, esta imprescindible articulación no parece posible en un Estado que funciona de forma tan fragmentada, donde los planes reguladores, la gestión (suelos, subsidios entre otros) e inversión pública (tren suburbano) corren por carriles paralelos y no dialogantes. Necesitamos un Estado que conduzca el desarrollo urbano en forma integrada. Nuestras ciudades están enfermas, y no podemos seguir abordando solo sus síntomas.

REVISA LA CARTA EN SU LINK ORIGINAL.

La Tercera | Tren a Melipilla: ¿oportunidad perdida?