En su reciente columna en La Tercera, la decana Magdalena Vicuña subraya la urgencia de incorporar la planificación urbana como herramienta central de política pública, especialmente frente a los desafíos demográficos, ambientales y territoriales que definirán el futuro de las ciudades chilenas.
En el marco del Día Mundial del Urbanismo, la decana de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos UC, Magdalena Vicuña, publica en La Tercera la columna “El costo político de no planificar”, donde plantea una reflexión clave para el debate público: la ciudad es uno de los principales escenarios donde se juega la equidad, la sostenibilidad y la calidad de vida. Vicuña advierte que, sin una planificación que articule vivienda, transporte, infraestructura, medioambiente y desarrollo social, las ciudades quedan entregadas a dinámicas de mercado que profundizan la segregación y el deterioro territorial. Frente a nuevas tendencias —como el envejecimiento de la población, la baja natalidad, la inteligencia artificial o la crisis climática—, la autora enfatiza que planificar no es solo ordenar el territorio, sino anticipar el mañana. Te invitamos a leer la columna completa a continuación.
Planificar la ciudad es una de las formas más efectivas de hacer política pública: coordina instituciones, prioriza recursos y reduce desigualdades











