Este 11 de septiembre se cumplen 51 años del golpe de Estado, hecho que significó la interrupción de la democracia en Chile por 17 años y que trajo consecuencias negativas tanto para la población como para las ciudades chilenas.

Las consecuencias de la dictadura cívico-militar en Chile (1973-1990) siguen presentes en las ciudades del país, manifestándose en diversas dimensiones.

Represión y Violaciones a los Derechos Humanos
Las ciudades chilenas fueron testigos de una brutal represión política y violaciones sistemáticas a los derechos humanos. Durante este período, ocurrieron detenciones arbitrarias, torturas y ejecuciones extrajudiciales, que dejaron una huella profunda en la memoria urbana. Según datos del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, 3.216 personas fueron ejecutadas o desaparecidas, siendo la mayoría jóvenes entre 18 y 34 años.

Transformaciones Urbanísticas y Sociales
La dictadura también trajo consigo importantes cambios urbanísticos, con un fuerte énfasis en la privatización del espacio urbano. Estas transformaciones intensificaron la segregación en las ciudades, cuyas consecuencias se mantienen vigentes hasta hoy.

Memoria y Recuperación
Desde el retorno a la democracia en 1990, las ciudades se han convertido en espacios fundamentales para la memoria y la búsqueda de la verdad sobre los abusos cometidos. La memoria urbana ha jugado un rol crucial en la recuperación de la identidad y en el reconocimiento de las luchas por los derechos humanos.

Te invitamos a conocer más sobre esto en el capítulo «Urban heritage and political memory under dictatorship and democracy in Chile» de Macarena Ibarra y Paulo Álvarez publicado este año en el libro «Histories of Urban Planning and Political Power» el cual puedes encontrar aquí.

Las secuelas urbanas de la dictadura en Chile: Memoria, transformación y derechos humanos