¿Estamos realmente preparados para un acontecimiento como el aluvión del 3 de mayo de 1993? Esa es la pregunta realizada por el reportaje de Chilevisión Noticias. Hablan Juan Carlos Soza, sobreviviente que perdió a su esposa e hijo; Nayr Alcaíno, sobreviviente del aluvión de 1993; Soledad Pizarro, sobreviviente que habitó la zona de riesgo; Eduardo Sáez, meteorólogo de CHV; Roberto Moris, Académico del Instituto de Estudios Urbanos UC; Simón Insunza, geógrafo UC e investigador Cigiden y Miguel Muñoz, director regional metropolitano Senapred.

En la actualizadad, existe en el territorio de la Quebrada de Macul, una zonade exclusión demarcada, que advierte a los actuales habitantes del sector el riesgo de habitar en el lugar. Como este, hay varias zonas de quebradas en el Área Metropolitana de Santiago que han sido habitadas sin tener total conocimiento de la magnitud del riesgo que pueden correr.

Para el profesor Roberto Moris, los Planes Reguladores Comunales han avanzado mucho sobre la consideración de este tipo de riesgos, sin embargo, todavía falta bastante para que puedan ser un instrumento realmente efectivo. En este contexto, es fundamental el monitoreo constante de las quebradas, para poder alertar oportunamente a la población colindante en caso de estar en situación de riesgo. Es muy importante contar con normativa adecuada para medir los riesgos y prohibir la existencia de asentamientos humanos en estos sectores.

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CHV | A 30 años del aluvión en el Zanjón de la Aguada ¿Cuánto hemos aprendido? Comenta Roberto Moris.