Esta semana el diario El Mercurio publicó una nota acerca del cierre de la fundición Codelco Ventanas, en la cual el académico del Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales Kay Bergamini, fue consultado acerca de los alcances de esta medida para la salud de las personas.
El pasado martes 30 de mayo, tras 58 años de actividad, se produjo la desconexión del convertidor catalítico Codelco Ventanas. El cierre definitivo se concretará en un plazo de dos años.
Sobre la efectividad de este cierre para el mejoramiento de las condiciones ambientales y de salud, el académico Kay Bergamini comentó “El problema del SO2, precursor de la lluvia ácida que ha empobrecido el suelo, se va a eliminar posiblemente y también es posible que baje el material particulado (MP). Eso habrá que verlo el próximo año” sin embargo, el académico enfatiza en que el cierre en sí mismo no es suficiente “Uno esperaría un plan de remediación. No basta con cerrar la central. Viene su desmantelamiento y el retiro de residuos y recuperación ambiental de los daños directos”.
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